Tiempo limitado

No hacen falta despertadores
cuando hay gatos
que te sacan de los sueños
y te dan los buenos días
entre saltos, carreras y ronroneos.
Y te recuerdan así
que te debes marchar ya.





Leña húmeda

Recojo el olor de la espuma
y lo guardo en el trastero.
Ya era de noche en el pueblo.
Las chimeneas se volvían a apagar.
Había pasado demasiado tiempo
desde la última vez.