Sueños

Se me olvidan los nombres.
Confundo las fechas.
Olvido palabras.
Sólo recuerdo momentos.
Repaso los días en la ducha.
Y en la cama
reconstruyo instantes.
Despierto cansada
porque vivo de noche.











Jugamos a ser el más fuerte

y siempre ganas tú
mostrándote más débil.

Tal vez te equivocaste

                                                          -Por ti, que el otro día me abofeteaste con tu verdad 
                                                           y tuve que callar por no querer saber-.
Dicen por ahí
que la mujer
busca en el hombre
el reflejo de su padre.
Que esto no es
algo aprendido.
Más bien, cómo decirlo
instintivo, irracional...
Yo busco
unas manos grandes
unos labios finos
una piel morena
y unos ojos oscuros.
Busco
pero no encuentro.













Y con tu distancia, yo.

Antes, hace tiempo, mucho ya
no hacía falta pedirte que me quisieras.
Lo demostrabas
con tus dedos,
con tus labios,
contigo.
Más tarde hizo falta mirarte
-cuando estabas aquí-.
Después tus cartas llenas de palabras.
Viajes familiares a Madrid.
Noches rápidas de dudas y quizás.
Años de esperas.
Y entonces el silencio
disfrazado de mares y paellas.

















Ya está bien por hoy

No voy a decir nada.
No voy a pensar nada.
No voy a hacer nada.


Para qué más. Para quién.

Llega un momento en el que el juego
deja de tener sentido.
Porque ya no divierte.
Porque ni siquiera entretiene.
Entonces hay que llegar a un trato
a un empate justo
donde lo importante
sea haber participado.





Acabo de cerrar la puerta
a una niña feliz
tras el cristal
montada en su bicicleta,
sonriendo por creerse libre.



Sigue habiendo cosas que no entiendo

que vienen a buscarme
en los momentos más extraños.
Que se esconden en cajones olvidados
en buzones antiguos
en papeleras de otras casas.
Sigue habiendo cosas que no entiendo
y que prefiero no recordar
-al menos- conscientemente.
Disfruto más soñándolas
y añadiendo un eterno continuará
no sea que desaparezcan
antes de encontrarle la respuesta. 











Ocurre a veces


Sin que te des cuenta.
Sin que pretendas hacerlo llegar.
Sentada en el sofá,
ordenador,
tele encendida sin volumen,
música de fondo,
y un timbre
que te hace despertar.
Se han equivocado.
Llamaban al 1ºB.
- El orden de las letras
me ha despistado.
Perdona.
Sé que no son horas.
Lo siento -.
- No pasa nada.
Estaba sola.
Puedes hacerme compañía -.
A veces, ocurre.
Caminaba despacio bajo la lluvia.
Se dejaba empapar
sólo por sentirse mojada.
Doblaba las esquinas sin paraguas
para encontrarse de frente con el agua.
Sin más.
Se dejaba llevar.
Nadaba descalza entre barros transparentes.








No tengo la suficiente experiencia

para encontrarme, saberme y pronunciarme.

No tengo la experiencia
para guardar calma y dormir.

No tengo la experiencia
para no pedirte nada más.

No tengo la experiencia
para conformarme con palabras.

No tengo la experiencia
para encontrarte, saberte y pronunciarte. 

No la tengo tampoco
para retenerte.









Antagonismo

Es hermoso creerse un héroe
pero más lo es descubrir que no existen,
y que en definitiva todos somos iguales.



Creyéndolo sabido

Tropiezo con mis errores
cuando apago la luz
y camino a oscuras.


Un beso en la mejilla izquierda

Sabes cuándo encontrarme
con la guardia baja.
Los silencios no son olvido.
Callados siguen ahí.




Seda

                                                [Quién podrá jamás borrar este instante que pasa,
                                                  y este mi cuerpo sin más seda...
                                                                               -Seda, Alessandro Baricco-]

Resbalas por mis sábanas
como gusano de seda
entre hojas de morera.
Respiras sólo por las noches
a través de los agujeros 
de la caja de zapatos
que me regaló mi madre.
Te creces cuando te toco.
Desapareces cuando te hablo.
Algún día esas hojas no estarán .
Necesitarás comerlas todas
poco a poco
para hacerte grande
y mayor
y viejo.
Y sólo entonces
recordarás mis sábanas
como parque de atracciones
donde una vez fuiste niño.



















Estamos en un seis

Vaciándome del mundo sin arcadas.
Voy a olvidar mis errores
para poder recordar que todo lo hago bien.
Esto cada vez es más...
La vida es esperar, ahora que esperen ellos.
Hoy ya no soy lo que haga falta ser.







Últimamente no entiendo lo que dicen


Palabras, palabras y más palabras.
Sonrisas en otras caras
que no son la nuestras.
Palabras equivocadas
que se caen
con los primeros vientos
y que recoges con cuidado
para que no se rompan.
Las limpias, las lavas
y te vuelven a servir.
No me importan las palabras,
dejaron de hacerlo hace tiempo.

Si quieres

podemos vernos a escondidas
y amarnos a oscuras
y dejar que me olvides
a la luz del día.





Llamada involuntaria

                                           [Gracias, más, por favor.]


Las cosas ocurren por algo
por eso hay que dejarlas fluir
-recuerda que ya nos lo han dicho-.
Que caminen solas
hasta encontrar su destino,
aquel que te hace feliz,
aquel que sucede sin tu voluntad.
Que se cuela en el coche
a  escondidas
y habla por ti.
Aquel que te espera
porque está aquí.




Primera


                                    nuestras metas.
de importarme
que dejaron
Hace mucho






No es momento de escribir esto ahora


Aún me duele la rodilla
del golpe de hace ya dos meses.
Queda una ecografía
para comprobar qué puede ser.
Después, lo que tenga que venir.
Y mientras
me aprieto para notar el bulto
y hacerme daño
y sentir que todavía sigue ahí.